miércoles, 21 de marzo de 2012

EL MUSEO DE OLIMPIA


A unos doscientos metros del recinto sacro-deportivo de Olimpia está el Museo Arqueológico, que fue protagonista de la prensa mundial en febrero de este mismo año por el robo a mano armada de entre sesenta y setenta piezas. Parece ser que los ladrones encapuchados rompieron varias vitrinas y se llevaron estatuillas de bronce, varias piezas de cerámica y un anillo de oro, pertenecientes a las colecciones de la historia de los Juegos Olímpicos. Pero antes, a punta de pistola le habían preguntado a la única vigilante presente por el lugar donde se hallaban las “coronas de oro”. Muy documentados no iban los cacos, pero casi lograron la dimisión del Ministro de Cultura.

Por si le faltaba poco a Grecia. Con el suceso, la prensa puso el grito en el cielo y culpó del robo a los recortes de personal en las instituciones públicas. No hay últimamente noticia en Grecia que no se vincule a las penurias económicas (la prensa sensacionalista alemana llegó a publicar el pasado año que Grecia podría plantearse vender el mismísimo Partenón). Pero en el caso de Olimpia, más tarde se aclaró que todo fue producto de la casualidad, ya que la noche de autos había tres vigilantes, pero uno tuvo que ausentarse por una visita al hospital y el otro llegó cinco minutos tarde. El fatum.

Seamos positivos. El Museo Arqueológico de Olimpia tiene la suerte de acoger verdaderos tesoros. Las obras que presenta se distribuyen cronológicamente en sus doce salas, que recorren el camino desde la prehistoria a los últimos años del  Santuario de Olimpia: testimonios del arte neolítico y de periodos arcaicos, figuras de bronce y terracota, los frontones de los tesoros de Megara y Gela… Y veremos las obras en las que es imprescindible detenerse: la escultura de Zeus raptando a Ganimedes, los frontones y metopas del Templo de Zeus que representan los trabajos de Hércules, la estatua marmórea de Niké y el Hermes con Dionisos, de Praxíteles.




Afortunadamente en este caso, la antigua Olimpia y su santuario han abastecido al museo sin que nada tenga que salir de Grecia. Porque lo del atraco al patrimonio griego no es nuevo. Los británicos saben bastante del asunto, y no precisamente los de Scotland Yard. 

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